La piel sensible es aquella que pierde la capacidad de defenderse y reacciona ante distintas agresiones externas presentando una sensación de tirantez, enrojecimiento y descamación de forma espontánea o tras la aplicación de algún producto específico.
La piel sensible y/o atópica debe cuidarse de manera muy concreta con productos específicos para la piel sensible que estén libres de parabenos y perfume y sobre todo que sean hipoalergénicos. Además el dermatólogo debe hacer un examen y un seguimiento exhaustivo. ¿Sabías que la piel atópica es una de las principales causas de visitas al dermatólogo?
Diferencias entre una piel atópica y una piel sensible
La piel sensible aporta una sensación de malestar facial que se puede manifestar como ardor, picor o escozor. Y se distinguen tres tipos principales:
-Un 25% de mujeres generalmente tienen intolerancia a cosméticos o productos faciales. Las molestias aparecen después de aplicarse un producto concreto.
-Aproximadamente de un 15 a un 20% de mujeres tienen la piel sensible a cambios meteorológicos. La piel reacciona a cambios bruscos de temperatura y a temperaturas extremas entre las que se incluyen el calor y el frío.
-El 50% restante es para la piel sensible severa que es el grado más extremo de reactividad. La piel reacciona a todo tipo de factores: cosméticos, laborales, factores externos como la contaminación e internos como el cansancio o el estrés. En un nivel de gravedad extrema la piel puede llegar a no tolerar ningún producto por suave que sea.
Productos para la piel sensible vs productos para la piel atópica
Lo primero que tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir un producto para la piel sensible o un producto para la piel atópica que sean hipoalergénicos y que no contengan ningún tipo de fragancia, colorantes y parabenos. Los productos que escojamos deben restaurar y reforzar las barreras dérmicas naturales que retienen el agua. Además deben tener en su formulación, ingredientes que contengan propiedades antiinflamatorias que eviten la proliferación de bacterias y virus que puedan causar molestias en la piel. Además cuando se incluye un aceite o crema, esta sustancia se absorbe fácilmente en el cuerpo y puede ayudar a reducir cualquier infección.
Cómo cuidar una piel atópica de forma natural
Es muy importante tener una higiene diaria y continua para el cuidado de nuestra piel atópica. Para comenzar es imprescindible utilizar solo agua para lavarnos la cara. De esta forma evitaremos la agresión de la piel. Al secarnos es importante no frotar y hacerlo mediante pequeños toques. Los factores desencadenantes para tener la piel seca son el estrés, el cloro de la piscina, los alimentos muy ácidos e incluso el sudor. Pequeños detalles como la ropa de cama, que debe ser elaborada con tejidos naturales como el algodón.
Es importante que no te rasques, la dermatitis atópica puede empeorar si te rascas ya que de esta forma romperemos la barrera cutánea y el cutis quedará expuesto a microorganismos que provoquen la inflamación de la piel.
La piel atópica debe cuidarse y mimarse día a día. Ponte en contacto con FarmaWAO y te enseñaremos cuál es la mejor rutina de cuidado y sobre todo qué productos son los más indicados para tu piel.
