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Un gesto de ahora con un resultado en el futuro
Estamos a punto de desvelarte uno de los secretos mejor guardados por las celebrities para conseguir el rostro perfecto. Leer más.
Por las redes circulan miles de secretos de belleza que no acaban de ser efectivos en nuestra piel, exfoliantes y sérum, que no acaban de convencernos. Pero debo decir, que el envejecimiento cutáneo no es cuestión de genética, sino de un buen cuidado.
Las cremas hidratantes siguen una serie de características
Cuando hablamos de hidratación diferenciamos dos tipos, por un lado la hidratación facial y por otro lado la hidratación corporal. En ambos procesos de hidratación es importante contar con una crema hidratante adecuada. Y con adecuada nos referimos a que tiene que adaptarse al tipo de piel.
En la hidratación cutánea debemos evitar los agentes irritantes o deshidratantes que puedan alterar la capa lipídica y disminuir la hidratación. Una buena crema hidratante debe aportar un alto contenido de propiedades beneficiosas para la piel.
Las cremas y mascarillas hidratantes nos protegerán de los grandes enemigos de la piel. Aquellos agentes externos que se cuelan en los poros y restan la luminosidad, el brillo y la hidratación de nuestra dermis. Cuando hablamos de los archienemigos cutáneos nos referimos a la contaminación, el humo, la ingesta de alcohol, el tabaco o los agentes medioambientales, entre otros.
Tal vez la clave se encuentra en escuchar a nuestra piel y proporcionarle una hidratación facial. Y cambiar nuestra rutina tanto facial como corporal dependiendo de la estación en la que nos encontramos. No es lo mismo una rutina facial en el Invierno donde tal vez la crema hidratante o la mascarilla hidratante se caracterice por tener una textura más densa que en la época primaveral o estival donde la hidratación facial se caracterizará por la utilización de cremas hidratantes o mascarillas hidratantes que destaquen por su ligereza.
La fórmula mágica para una buena hidratación
Si viviésemos en un cuento de Disney tal vez la fórmula mágica para la belleza eterna, estaría compuesta con algún retinoide o con ácido glicólico que actuaría hidratando nuestra piel. Debido a las propiedades de ambos compuestos nos ayudaría a regenerar las zonas dañadas de nuestro rostro.
Si siguiéramos adivinando qué ingredientes componen la fórmula secreta, no podrían faltar antioxidantes como la Vitamina C o el Ferúlico. ¿Por qué? Porque nuestro rostro luciría un aspecto luminoso e hidratado. Además de ayudar a contrarrestar la oxidación cutánea.
Tal vez, si hablamos de ese toquecito final en esta fórmula de la belleza eterna, nos referiríamos al ácido hialurónico. El único inconveniente de este elemento es que debido a su gran tamaño, no penetra en la capa profunda de la piel, sino que actúa como hidratante en la zona más superficial.
Y ahora que tenemos la fórmula secreta para una buena hidratación…¿Quién no quiere ser la más hermosa del reino?